Defensores de Santos Lugares arma su Maxibásquet
A veces, no es necesario competir formalmente para disfrutar del básquet en un club. Eso lo saben muy bien las madres y ex jugadoras de Defensores de Santos Lugares, quienes dos veces por semana se encuentran en el gimnasio, entrenan, organizan amistosos y esperan continuar con el crecimiento para en algún momento, integrarse a las competencias formales de la Asociación Femenina Metropolitana de Básquet (AFMB).
Todo comenzó el año pasado, cuando Silvia Ziletti, una ex jugadora de la entidad y madre de Gonzalo, quien se desempeña allí en U17, tras llegar a los siete años, le acercó al entrenador Damián Iaria una propuesta de disponer ciertos horarios para que las madres tuvieran su espacio para practicar y junto a ex jugadoras entrenar.
«Esta idea comenzó a partir de mis ganas de volver a jugar después de 35 años en el club de toda mi vida y en donde actualmente juega mi hijo. Luego de un comentario al entrenador del año pasado de mi hijo, se copó con la idea; la gente de subcomisión también se interesó y nos apoyó desde el principio, como hacen siempre. Damián me dio como tarea buscar gente y sin perder tiempo me puse en campaña. Hablé con algunas chicas que habían jugado en mi época, sumándose dos de ellas inmediatamente y sin dudarlo. Estaban felices de volver. Se agregaron mamás de otros nenes que juegan en el Defe; yo no sabia que habían sido jugadoras debido a la diferencia de edad, pero se enteraron y sumaron, además de amigas de ellas» comenta en el inicio de la charla Silvia, demostrando un entusiasmo reverdecido de aquellos momentos cuando era una niña y picaba la pelota en la institución de Santos Lugares, sitio al que considera como su segunda casa.
«En el 2016 con Damián jugamos un par de amistosos. Lamentablemente, por problemas de horario, no pudo seguir en este 2017. Ahora contamos con el entrenador de los minis Maximiliano Mariani, con la ayuda de Ulises Guerrero, quienes a su vez cuentan con el apoyo del profesor actual Luis Perez. Este año somos trece chicas y con vistas a sumar algunas mas. Somos mamás, amas de casa y trabajamos, pero encontramos el tiempo y el espacio para dedicarle a este hermoso deporte. Hay veces que algunas deben llevar a sus hijos para poder entrenar los dias martes y jueves de 19 a 20 hs. Ya tenemos programado un amistoso ida y vuelta con el club Tres de Febrero. La idea es seguir programando encuentros», señala.
Silvia retomó la práctica del básquet a raíz de un delicado problema de salud. Lo comenta pero pide reserva. Esa complicación la obligó a cambiar su ritmo de vida, y junto a un ordenamiento alimentario, se sumó el escoger una rutina deportiva con el objetivo de recuperar masa muscular perdida en el tratamiento. No lo dudó, y regresó a la cancha de Defensores, donde llegó siendo una niña y luego las prioridades familiares y personales, la alejaron. Y junto a ello, el desafío dado por el entrenador Iaria de traer mujeres con ganas de entrenar para que el apoyo bajado de la subcomisión se sustentara con gente arribando a la entidad.
«Cuento con el apoyo de mi familia para esto; casi todas las chicas tienen niños mas pequeños, hay otras que sus hijos tienen mas de veinte años. A veces no les puedo llevar el ritmo porque tienen una garra impresionante, pero tanto Maxi como Damian me apoyan muchísimo. Algunas de las chicas jugaron en Institución Sarmiento cuando el Defe se quedó sin femenino y regresaron; son muy buenas jugadoras, y encaran los entrenamientos como si estuvieran en la NBA (risas). En realidad yo no creo estar preparada; lo mio es mas por diversión y pasar un buen rato. Calculo que un poco mas de entrenamiento estaré mas acorde a las circunstancias», admite, pero sus limitaciones en relación a otros con mayor ritmo, las suple de manera enorme con garra, pasión y amor por este deporte.
Se le pregunta qué estaría faltando para poder integrarse a los certámenes de la Asociación. Y comenta:
«Nos faltaria tiempo. Conocernos mejor, jugando. Mas entrenamiento táctico y físico. Teniendo en cuenta las diferentes edades y que muchas estuvieron años sin hacer nada, el avance fue muy notorio, pero falta. Solo algunas están actualmente preparadas para torneos mas severos. Generalmente somos de buena asistencia, salvo casos de fuerza mayor; y hay días en que queremos mas entrenamiento, nunca demostramos el cansancio porque es una hora donde queremos dar todo a full».
Silvia, una mujer a quien la vida le llevó a buscar refugiarse en un deporte para salir airosa de un duro trance físico. Y no lo dudó: eligió el básquet, el cual lo había jugado de niña y adolescente. Le dieron el desafío de sumar compañeras que se embarcaran en esta aventura y allí está. Sin prisas pero sin pausas, esperando el momento donde Defensores de Santos Lugares pueda poner su nombre en el maxibásquet femenino de la AFMB.