Gustavo Fernández, integrante de la escudería Campos

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Actualizado: abril 24, 2018

Gustavo Roque Fernández es otro de los nombres ilustres de la Loga Nacional, que se sumó al proyecto Campos de Eceverría, el dominante absoluto en el Maxibásquet de FeBAMBA. Nacido en Córdoba, debutó en la máxima categoría del básquet argentino en Atenas, donde se consagró campeón en 1990. Luego, tuvo paso por por varias entidades, asta recalar en Sionista de Entre Ríos, donde decidió dejar la práctica profesional, en el año 2007. De allí, vistió la camiseta de Estudiantes de Paraná, participando en la Liga de esa ciudad, hasta el 2009, donde entonces tomó la determinación de no jugar más.

“A partir del año 2013 participé de algunos torneos de veteranos que realizan en Paraná, y en 2015 me invitaron a jugar en Campos. La invitación me llegó a través de Anibal Paulik, a quien conocía del ambiente del básquet en un torneo de veteranos que realizo en Paraná; Gabriel (Ruocco) me llamó por teléfono y me contó lo mismo que Aníbal, que Campos era un equipo multicampeón, donde jugaban glorias del básquet y donde lo principal era divertirse … y efectivamente es así”, comenta Gustavo en un alto de la tarde desde Paraná, lugar donde reside y trabaja en la Subsecretaría de Deportes de la Municipalidad.

Ya en su tercera temporada en el equipo, se le pregunta al base que halló tras su retiro en este espacio donde convergen tantas figuras del ambiente.

” Encontré gente de primera, los compañeros son espectaculares; ya tenían un equipo multicampeón y aún así, aceptan la participación de jugadores que vamos a reforzar sin problemas. Me sirvió mucho sumarme, porque empecé viajando a Buenos Aires, porque estaba haciendo un Diplomado en Managment Deportivo y Gestión Deportiva en ESEADE (Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas), y bueno, aproveché para quedarme a jugar”, responde.

Justamente, la ESEADE tenía un convenio con la Asociación de Clubes, por lo que se dedicó a ese Diplomado, mientras se desempeñaba en otras tareas laborales y familiares.

“Ni bien terminé de jugar, y para acompañar a mis hijos (Bautista de 16 y Joaquín de 14), participé de la subcomisión de basquet del club Estudiantes de Paraná. De ahí fuí como delegado a la Asociación Paranaense de Basquet y al poco tiempo me propusieron de la Federación Entrerriana de Basquet como Presidente del Departamento de Minibasquet en donde ejercí por cuatro años . Fue por estas actividades donde logré la motivación de capacitarme en Buenos Aires”, señala. Y agrega:

“Me interesa muchísimo la dirigencia deportiva; me parece que no es suficiente con la experiencia como jugador y es imprescindible capacitarse”.

Abocado de lleno a sus funciones, la consulta es sobre cómo se moviliza desde Entre Ríos para competir en los partidos de la Federación.

“Vivo en Paraná, y cuando me invitan a jugar viajo generalmente en colectivo y llego para la hora del partido; algunas veces regreso después de cenar y algunas veces me quedo a dormir y regreso al día siguiente. Somos varios quienes viajamos;  estamos todos anotados para +35 y mas +43, salvo Archi Perrella que puede jugar las tres categorías. Viajo según lo que programe Gabriel y Alejandro”, afirma el cordobés.

Al igual que varios de sus compañeros, destaca el profesionalismo con el que Campos se desenvuelve en los certámenes de Maxi.

“Realmente Gabriel nos trata a todos muy bien, y al principio me sorprendió que Campos tenga cosas de un equipo de primera, como la indumentaria y los gastos completamente cubiertos. La química del equipo es bárbara, siempre se suman compañeros y todos son bienvenidos; Gabriel, es un líder nato y ha llevado el grupo, a su manera, siempre para adelante. En lo personal ha sido un placer compartir equipos con glorias como Facundo Sukatsky, el Gallo Pérez, Archi Perrella, Ruperto Herrera, Leo Colagero. La verdad, con todos quienes integramos estos equipos”, asegura.

“Si me permitís, Campos le hace muy bien al torneo porque permanentemente pone la vara alta y eleva la competencia; me hace sentir algo parecido que cuando jugaba profesionalmente, coincido con Gallo y Chuni. Gabriel Ruocco, mas que el dueño y entrenador del equipo, es un gran tipo y amigo; siempre está pendiente primero de lo humano por sobre lo deportivo”, añade.

Espacio para pedirle un instante de su carrera donde lo recuerda como algo lindo y destacable.

“Donde mas cómodo y fácil jugué al básquet, fue en River, en el año 2004. Ascendimos y no perdimos ningún partido de play offs, me parece que es récord aún. También pasé muy buenos años en Andino de La Rioja; tengo los mejores recuerdos de entrenadores como Miguel Volcan, «Huevo» Sanchez, Walter Garrone, Rubén Magnano, Mario Guzmán, Horacio Seguí, Eduardo Armer, «Tola» Cadillac, Gonzalo García, Pablo Coleffi, entre otros”, comenta.

Y en las antípodas de esos instantes, detalla de los otros.

“Como experiencia negativa, te puedo decir un choque con nuestro colectivo (en Andino de La Rioja) mientras íbamos a jugar; el colectivo quedó sin frenos y el chofer decidió tirarse a la banquina. Chocó contra otros autos que estaban estacionados, sino nos caíamos en un río… Deportivamente no tengo malos recuerdos, son todas experiencias que ayudan a fortalecerse”.

Y sobre el cierre de la charla, menciona una cuenta pendiente.

“Me queda en el tintero no haber jugado una final de Liga; si bien salí campeón con Atenas, yo era juvenil, tuve muy poca participación”, admite.

Para el final, una expresión sobre lo que representa el básquet en su vida.

“El básquet, para todos los chicos que practican a diario en cualquier club de barrio, es algo sumamente apasionante y educativo. Casi mas que la educación formal, por el hecho de contar con cambios ilimitados y donde todos los jugadores deben participar de por lo menos un cuarto es algo muy inclusivo. Si te enganchás, la competencia y el grupo te va llevando y esas vivencias quedan para toda la vida; por eso el maxibásquet es un boom a nivel país,  porque quienes tuvimos la suerte de formarnos dentro de este hermoso deporte, queremos volver a sentir esas sensaciones hermosas!”, dice de manera apasionada.

Gustavo Roque Fernández, figura del básquet argentino, quien desde hace tres años integra la escudería Campos de Echeverría, el multicampeón de FeBAMBA.